Acerca de sus pasajes nasales y sinusales
La nariz, los conductos nasales y los senos paranasales son estructuras importantes con muchas funciones asociadas con el confort de la respiración, la protección contra sustancias extrañas y el sentido del olfato. La nariz y la cavidad nasal se dividen en dos lados por una pared de la línea media, llamada el septo o tabique. El tabique se compone de hueso y cartílago que está cubierto por una membrana que produce moco llamada mucosa. Cada orificio de la nariz conduce hacia el pasaje nasal el cual tiene el septo hacia el medio y hacia al lado unas proyecciones de hueso conocidas como cornetes. Los senos paranasales son cámaras de aires de diferentes tamaños las cuales se asemejan a un panal de abejas ubicadas detrás de los huesos de la cara. Estos senos drenan en los conductos nasales. El techo de los senos paranasales está adyacente a la base del cráneo (piso del cerebro) y sus paredes laterales están al lado de las órbitas (donde residen los ojos). Cinco pares de senos paranasales y tres pares de cornetes están típicamente presentes.
Los cinco pares de senos paranasales:
• Maxilares (en nuestras mejillas debajo de nuestros ojos)
• Etmoidales anteriores (un panal de pequeñas cámaras entre nuestros ojos y por debajo del cerebro base del cráneo)
• Etmoidales posteriores (nido de abeja de los senos paranasales, justo detrás de los senos etmoidales anteriores)
• Senos frontales en la región de la frente (anteriores al cerebro)
• Senos esfenoides (anteriores a la glándula pituitaria y tronco encefálic.
La Manta Mucociliar
Cada uno de los cornetes y senos paranasales también están cubiertos por la mucosa. Esta mucosa produce entre ½ litro y hasta 1½ cuartos de moco diariamente. Pequeñas estructuras parecidas a los cabellos llamadas cilios, barren la mucosa de los senos paranasales hacia la nariz y posteriormente hacia nuestra garganta donde se suelen tragar imperceptiblemente. Esta “manta mucociliar” sirve para filtrar nuestro aire de pequeñas partículas que pueden contener infección y otros irritantes que luego son disueltos por el ácido en nuestro estómago. El moco contiene proteínas defensivas que ayudan a protegernos de la invasión de organismos. Además, la humedad de la “manta de moco” ayuda a humedecer el aire que respiramos. Cuando por diversas razones esta “manta de moco” se torna anormal, la misma puede ser percibida por el paciente en lo que se conoce generalmente como gotereo post-nasal. Además de producir mucosidad, la mucosa es rica en vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que sirven para muchos propósitos como lo es nuestro sentido delolfato y el “reflejo de estornudo”.